Pruebas de fertilidad en el hombre: ¿cuáles son y en qué consisten?
Cuando una pareja lleva un año buscando el embarazo sin conseguirlo, existen una serie de pruebas que puede solicitar el especialista en caso de que existan problemas de fertilidad.
La prueba de fertilidad masculina por excelencia es el test de esperma o espermograma, que analiza la calidad del semen, aunque existen otros estudios adicionales, como el test hormonal.
¿Qué pruebas me van a hacer?
Para poder hacer un diagnóstico de infertilidad, la pareja debe acudir a un médico especialista en fertilidad. Éste les hará una serie de preguntas para hacer una historia clínica y solicitará pruebas médicas para ambos. El objetivo es determinar la causa de infertilidad y decidir así el mejor tratamiento.
Las pruebas básicas de un estudio de fertilidad masculina son una exploración física, para ver tanto el estado general de salud del varón como de sus órganos sexuales, y un seminograma, para valorar la calidad seminal. Si ésta última prueba está alterada, se solicita un análisis hormonal para determinar si existe alguna alteración en las hormonas sexuales masculinas.
Exploración física
La primera prueba que se le hace al hombre es una exploración física para descartar que los problemas de fertilidad se deban a problemas testiculares o de la eyaculación.
Para ello, el urólogo suele realizar los siguientes estudios:
- Registro del peso y la talla
- Exploración del abdomen e ingles
- Exploración del pene y la próstata
- Evaluación de la situación de los testículos, su volumen y consistencia
- Ecografía testicular
El objetivo es descartar la existencia de problemas anatómicos y valorar si el hombre presenta dificultades para depositar el semen adecuadamente. Siempre que no se presenten alteraciones en estos aspectos, la siguiente prueba es el análisis del eyaculado.
Seminograma o espermograma
El seminograma, también denominado espermiograma, consiste en el estudio de las características seminales que determinan la calidad del eyaculado. Para poder hacer esta prueba, es imprescindible tener entre 3 y 5 días de abstinencia.
Los parámetros seminales más importantes que se analizan en el seminograma son:
Movilidad
para que los espermatozoides puedan llegar hasta el óvulo y fecundarlo han de manifestar un movimiento rápido y progresivo.
Conteo de espermatozoides o concentración espermática
hace referencia a la cantidad de espermatozoides que hay en un mililitro de eyaculado o en el eyaculado completo.
Morfología
los espermatozoides con una forma alterada o anómala encontrarán más impedimento para moverse, superar las barreras del tracto reproductor femenina y para fecundar al óvulo.
Vitalidad
existe ocasiones en las que encontramos espermatozoides muertos en el eyaculado, incapaces de fecundar al óvulo. Es importante que exista un elevado porcentaje de espermatozoides móviles.
También se estudian otros aspectos como el volumen de semen, el pH o la viscosidad.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) establece los valores mínimos para considerar normal una muestra de semen. En función de los resultados del seminograma, podemos saber si existe alguna patología o si el semen es normal (normozoospermia).
En caso de que haya alguna alteración, podremos clasificar la patología que padece el hombre en azoospermia (ausencia de espermatozoides), oligospermia (bajo número de espermatozoides en el eyaculado), astenozoospermia (problemas de movilidad) o teratozoospermia (problemas de morfología).
Test hormonal para hombres
En caso de que el seminograma presente unos resultados alterados, se puede realizar un análisis hormonal mediante una extracción de sangre. Este estudio puede servir de ayuda para determinar la causa por la que el seminograma presenta algunos parámetros fuera de los rangos de normalidad.
La producción de espermatozoides tiene lugar en el testículo gracias a la acción de hormonas sexuales como la testosterona, la FSH (hormona folículo estimulante), la LH(hormona luteinizante) o la prolactina.
Por lo tanto, unos valores alterados de estas hormonas pueden alterar la espermatogénesis y, por tanto, la cantidad y calidad de los espermatozoides.
Otros estudios de fertilidad masculina
Estudio de fragmentación del ADN
Para que los espermatozoides puedan fecundar el óvulo correctamente y dar lugar a un embrión sano capaz de implantar en el útero materno, es importante que el ADN espermático no esté dañado.
Un alto grado de fragmentación del ADN de los espermatozoides puede producir problemas de fecundación y también fallos tempranos en el desarrollo del embrión.
Espermocultivo o cultivo de semen
En caso de que haya más de 1 millón de leucocitos/ml en el seminograma, se realiza un cultivo seminal o espermocultivo, que consiste básicamente en un estudio bacteriológico.
También se solicita en caso de que aparezca dolor testicular, inflamación en los testículos, sangre en el esperma o haya algún cambio en el color y olor del semen.
Si el resultado del cultivo es negativo, que es lo habitual, significa que no hay ninguna infección.
Estudio del cariotipo
Consiste en analizar los cromosomas del hombre para ver si existe alguna alteración. Este estudio es muy importante y se realiza de forma rutinaria en casos de infertilidad tanto masculina como femenina.
Si los padres tienen alguna anomalía genética o cromosómica, es muy posible que ésta sea la causa de su problema para concebir.
Prueba hiposmótica
Esta prueba se realiza para comprobar si la membrana plasmática de los espermatozoides funciona adecuadamente o si está dañada. Para ello, se colocan los espermatozoides en un medio hipotónico (bajo en sales), que causa un desequilibrio osmótico en las células, haciendo que entre medio al interior del espermatozoide y que se hinche.
Si la membrana del espermatozoide está dañada, no será funcional, por lo que no se puede producir la fecundación. De ahí la relevancia de esta prueba.
FISH (Hibridación In Situ Fluorescente)
El FISH de espermatozoides es una prueba de análisis citogenético en la que se marcan cromosomas específicos de los espermatozoides con sondas de ADN fluorescentes para poder comprobar si estos presentan una dotación cromosómica normal.
Esta prueba se suele hacer en casos de:
- Cariotipo anómalo.
- Seminograma alterado, especialmente en casos con baja concentración o graves problemas de morfología.
- Hombre sometidos a quimio o radioterapia.
- Parejas con abortos recurrentes de causa desconocida
- Fallo de implantación en repetidas ocasiones tras aplicar técnicas de reproducción asistida
- Parejas que han tenido un hijo con alguna alteración cromosómica.
Los cromosomas que suelen analizarse en estas situaciones son el cromosoma 13, 18, 21, X e Y. Esto se conoce con el nombre de FISH de 5 sondas.
Se considera un resultado anómalo de FISH cuando se analizan entre 100 y 2000 espermatozoides y se observa un aumento en la incidencia de alteraciones cromosómicas en comparación con un grupo control de donantes de semen fértiles.
Biopsia testicular
Es una intervención quirúrgica en la que se extraen pequeños fragmentos de los testículos para comprobar si existe producción de espermatozoides. Se realiza ante la ausencia de espermatozoides en el eyaculado, una alteración denominada azoospermia.